¿Qué tal? ¿Cómo vamos? Otra semana más con el sobrino de la Encarnita.
Hace un par de semanas os estuve hablando de las ocurrencias del ministro Garzón sobre la carne.
Y me puse a investigar.
Y llegué a algo que no se me había ocurrido… ¡Montar granjas de insectos!
Cuidado, que no es ninguna tontería.
No es ninguna tontería porque se van a poner de moda a la fuerza. Con el rollo ecologista y animalista, dentro de poco todos vamos a estar comiendo gusanos.
Quizá aún no lo legislen, pero ya puedes ir viendo en todos los periódicos noticias sobre lo bueno que es comer grillos y sobre lo bueno para el planeta que sería que nos alimentáramos de ellos.
Es cuestión de tiempo.
En unos años, pondrán impuestos a la carne y bonificarán el consumo de bichos.
Qué puto asco, dirás.
Yo también lo digo, la verdad.
Pero vamos hacia ahí.
Y, no sé, supongo que quien esté posicionado en ese mercado aún incipiente podrá ganarse un hueco.
A fin de cuentas, si estás acostumbrado a criar vacas, criar escarabajos no debe ser muy complicado.
Es broma, no me voy a poner a criar gusanos ni saltamontes ni ningún otro tipo de bicho.
Además, parece que es bastante jaleo.
Supongo que quien tenga ganas de hacerlo navegará sin problemas el mar de exigencias administrativas que implica.
Pero yo no tengo ganas.
Se ve que tienes que tener un montón de licencias, un equipo bastante considerable, unas instalaciones específicas…
Es un lío. No es tan fácil como parece.
Querrán dar muchas garantías a la población de que los bichos que se comen no son malos, aunque den puto asco.
Además, me daría un poco de grimilla andar criando larvas y gusanos y cosas así. Seguro que tendría pesadillas.
Creo que no es para mí.
Las vacas son más nobles.
Y luego está el tema, por supuesto, de que queremos comer filetes, no gusanos.
Contribuir a ese proyecto enajenado de que toda la población mundial coma bichos no está en mi ADN.
Prefiero que explote la Tierra a dejar de comer chuletón.
¿Egoísta?
Quizá.
Pero no voy a comer gusanos mientras los que mandan van en jet privado.
No me sale de los cojones.
Y menos en Asturias, donde hay más vacas que personas. Si me pongo a criar bichos para que coma la gente… ¿Qué será de los ganaderos si me va bien?
¿Y qué será de mí? Quizá me apedreen en la plaza del pueblo.
Y con razón.
No.
No voy a montar una granja de insectos.
Voy a ir a la manifestación de los ganaderos cuando les pongan nuevas trabas, les suban los impuestos y les obliguen a cerrar para que el mercado se lo queden los vende-bichos.
Eso es lo que tenemos que hacer.
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