Una tradición de siglos que sigue en nuestra cultura

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Viernes, 17 de junio de 2022

El juego de la rana es uno de esos juegos históricos que pasa el tiempo y sigue teniendo éxito y gente dispuesta a pasar unas horas de diversión echando unas partidas y compitiendo con amigos. En Enlago tenemos suerte de conocer a una persona que los hace manualmente de forma artesanal y de poder vender este juego artesano en nuestras tiendas. De hecho, al estar creado de una manera artesanal, también podemos vender solo las piezas de recambio por si llevas muchos años usando tu juego.

En Asturias, y en España en general, hay mucha tradición con este entretenido juego. Entre Asturias y el País Vasco nos disputamos en qué territorio habría nacido esta tradición. Pero hay teorías que apuntan a que nació en Perú por el Siglo XV de la mano de los ciudadanos incas.

Eso sí, en sus orígenes no tenían una mesa con figuras de ranas o de sapos, sino que entre personas se lanzaban trocitos de oro sobre un lago y si una rana o sapo lo recogía con la boca, les llegaría la buena suerte. Hay que decir que esta práctica está extendida por muchos países de Sudamérica. Y también por regiones de Castilla y de Aragón. Y, de hecho, hay federaciones de deportes tradicionales dedicadas a jugar campeonatos de la rana, como la “Federación de deportes autóctonos de Castilla y León”

El juego de la rana en Asturias se conoce desde el Siglo XIX

Y como Enlago es una empresa nacida en Asturias (aunque con las ventas online llegamos cada día a muchos lugares), vamos a barrer un poco para casa porque ya desde el Siglo XIX hay documentos que hablan de este juego por estas tierras.

Lo que se sabe es que en los chigres (los bares tradicionales de siempre) o en las sidrerías solía haber mesas del juego de la rana y la gente echaba unas partidas y competían entre colegas como sucedía con las boleras tradicionales (de las que todavía se encuentran muchas pegadas a los chigres en diversos sitios asturianos como en el Oriente de la provincia) o incluso la petanca.

En Asturias haya peñas y grupos que juegan competiciones y campeonatos y que se encargan de preservar esta tradición a pesar del paso del tiempo. Además, hay un campeonato a nivel regional donde acuden peñas de diversos lugares de Asturias a competir por diferentes premios.

Cómo se juega

Hay que decir que este es un juego ideal para tener en casa, o en tu bar o restaurante, para jugar con amigos cuando hay alguna celebración. Tradicionalmente, era un buen entretenimiento de sobremesa, tras una comida en familia o con amigos.

Para competir, hay que lanzar diez fichas o discos de hierro (en algunos lugares se llaman petacos) con el objetivo de lograr meterlos en los diferentes orificios que presenta la mesa que tiene una figura metálica de una rana. No todos los orificios son iguales y algunos tienen obstáculos como una rueda a la que hace falta entrar con destreza a la hora de lanzar la ficha metálica.Claramente, hay diferente puntuación según dónde entre esa pieza.

Si te dijas, sobre la mesa de metal hay una rana al centro coin la boca abierta que es el orificio por el que tiene que entrar tu ficha de metal. Delante está la rueda del molino, a los lados de esta están los dos puentes (y tienes que meter la pieza en el agujero debajo del puente) y luego en la mesa hay cinco agujeros sin obstáculos.

Normalmente (y decimos normalmente porque podría variar ciertas normas de cada persona o grupo de amigos y amigas), si consigues meter la pieza en la rana, es como darle a la diana en los dardos y consigues 50 puntos. Si metes la pieza en el molino ubicado delante de la rana, te haces con 25 puntos. En los puntos la puntuación es de 10 y en el resto de orificios es de 5 puntos. Cada uno de los jugadores tiene que lanzar 10 veces sus discos y siempre desde una distancia fijada para todo el mundo. Obviamente, ganará la persona que más puntuación logre.

Muchos de nuestros clientes también son bares que mantienen esta tradición. Uno de ellos, que nos encanta, es el Bar Casa Carlos, ubicado al lado de la Iglesia de Tiñana, en el concejo asturiano de Siero. Este es un bar regentado por varias generaciones de la misma familia y donde sus clientes suelen disfrutar de una buena competición del juego de la rana mientras toman unos culetes de sidra o cuando acaban de comer.