Asturias es una de las regiones más exuberantes y dotadas agrícolamente de España. Conocida desde hace tiempo por sus patatas de alta calidad, no es de extrañar que la variedad Baraka destaque como la patata más plantada en la región.
La variedad Baraka es famosa por su resistencia a plagas y enfermedades, su productividad, su sabor al freírla y sus excelentes cualidades culinarias.
El clima de Asturias es ideal para el cultivo de la patata. Tiene un clima fresco a moderado, con precipitaciones suficientes, una temperatura media de 15 grados centígrados y un nivel medio de humedad del 61%.
Esto proporciona las condiciones ideales para el cultivo de todo tipo de patatas, aunque la variedad Baraka ha demostrado tener un éxito especial.
La abundancia de sol ayuda a formar un suelo rico que se enriquece aún más con el contenido en nutrientes de sus sistemas acuáticos.
La variedad de patata Baraka es una elección popular entre los agricultores asturianos, ya que es resistente a plagas y enfermedades, además de ser una variedad muy productiva.
Esto la hace ideal para su cultivo en condiciones poco idóneas, como en zonas con ciclos vegetativos más cortos o zonas con suelos de mala calidad. Además, esta variedad de patata tiene la capacidad de alcanzar un gran calibre, lo que resulta esencial a la hora de venderlas en el mercado.
Sin embargo, lo que realmente distingue a la variedad Baraka son sus excelentes cualidades culinarias.
Cuando se cuece o se asa, esta patata se mantiene firme y tiene una agradable esponjosidad que la convierte en una gran adición a cualquier comida.
También es famosa por su sabor al freírla, que procede de su combinación única de contenido en almidón y azúcar.
Los agricultores asturianos han desarrollado una forma única de cultivar las patatas Baraka. Esta variedad se cultiva mediante un método conocido como pre germinación, en el que se deja germinar la patata antes de plantarla en el suelo.
Esto ayuda a garantizar que la patata esté en condiciones ideales para empezar a crecer inmediatamente, además de proporcionar un importante impulso de nutrientes que pueden ayudar a la patata a alcanzar todo su potencial.
Las patatas se plantan entonces en hileras y se separan a una distancia determinada según las preferencias de cada agricultor.
La mayoría de los agricultores optan por separar las hileras entre 30 y 40 centímetros, y las patatas se colocan a una distancia de entre dos y tres centímetros.
El cultivo de patatas se cuida durante toda la temporada de crecimiento, que puede durar de cuatro a seis meses.
Durante este tiempo, los agricultores deben vigilar las plantas en busca de enfermedades, insectos y otras plagas, así como asegurarse de que las patatas reciben una cantidad suficiente de agua y nutrientes.
Como resultado de los cuidados y la cuidadosa selección de la variedad Baraka, los agricultores asturianos han visto aumentar el rendimiento de sus patatas hasta en un 20%.
Esto convierte a la variedad Baraka en una opción cada vez más popular y rentable para los agricultores, que pueden estar seguros de obtener una buena cosecha si las patatas se cuidan adecuadamente.
Además, la Baraka es una de las patatas más comercializadas en España y se vende en muchas tiendas de todo el país.
Esto hace que sea fácil y asequible hacerse con esta deliciosa patata, lo que le confiere una ventaja aún mayor sobre otras variedades.
La variedad de patata Baraka destaca como la más plantada en Asturias gracias a su resistencia a plagas y enfermedades, su productividad, sus excelentes cualidades culinarias y su irresistible sabor al freírla.
Su amplia disponibilidad la convierte en una de las patatas más buscadas en España. Con los cuidados y el manejo adecuados, esta variedad puede dar buenos resultados a todo tipo de agricultores.
En consecuencia, la Baraka es una elección excelente para cualquier amante de la patata que busque la patata perfecta.
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