Aunque los incendios son fenómenos naturales y evitarlos parece muy lejos de nuestras capacidades, hay que saber que sí hay pequeños gestos que pueden ayudar a su prevención.
Ya hemos hablado desde nuestra revista de Enlago de cómo plantar árboles puede ayudar a combatir el calentamiento global y también de cómo el cambio climático va afectando nuestras cosechas, el florecer de árboles frutales y otros asuntos del día a día para las personas que están en el campo (y para quienes no lo están y tienen que soportar altísimas temperaturas de calor y escasez de agua). Además de las iniciativas que podemos llevar a cabo para vivir de forma sostenible y tratar de fomentar este cambio climático lo menos posible, te damos unas ideas que pueden evitar un incendio:
Nunca tires un una botella o una colilla a la naturaleza. Y, en general, cualquier basura que generes en un espacio natural debes llevarla contigo y echarla en un punto limpio o contenedor. Los rayos del sol reflejados de forma continuada en una botella de vidrio pueden acabar quemando la hierba bajo el vidrio (funcionando como una lupa) y eso puede propagarse sin control. Lo mismo con un cigarro.
No quemes la basura ni prendas fuego sin seguir las normas. Muchos de los grandes incendios han sido causados por alguien que realizaba una quema de una parcela yerma y se le fue de las manos. Una práctica muy común en el campo es la quema de terrenos agrícolas con el objetivo de evitar malas hierbas, plantas muertas, plagas o enfermedades de las platas o regenerar el pasto. Pero si se descontrolan pueden arrasar grandes cantidades de naturaleza y, por tanto, están sometidas a regulación. En las épocas de más riesgo de incendios incluso se prohíbe. Para ir conociendo la legislación tienes esta web creada por el gobierno de Asturias. Cada Comunidad Autónoma de España tiene su regulación.
Cuida tu casa y sus alrededores de hojas y hierba seca. Si vives en el campo o si tienes una finca, es bueno que la limpies de vegetación seca, ya que esta hará más sencilla la propagación de un incendio. También debes mantener tu tejado libre de hojas secas. Otro consejo es que, si plantas árboles, las copas tengan una distancia entre ellos. Por lo menos de tres metros. Así, si un árbol arde, no podrá pasar al siguiente porque habrá un espacio entre ellos.
Mantén tu finca regada. Aunque muchas zonas de España tienen una preocupante escasez de agua, siempre que sea posible, es bueno mantener el campo regado. A más seco el terreno, más fácilmente podrá arder.
Si quieres acampar en la naturaleza, cumple toda la normativa. Si te encanta la naturaleza, caminar montañas y acampar en el bosque, tienes que cumplir con la ley. Esta se ha creado para evitar que dañemos la naturaleza. Hay zonas habilitadas para acampar y otras donde está prohibido. Solo tienes que informarte sobre dónde puedes quedarte o simplemente acudir a alguno de los refugios de montaña creados para que los amantes del senderismo podamos descansar. Además, no te laves ni laves tus platos con jabones o champús que dañen el campo. Y no dejes nada de basura. El sitio tiene que quedar igual que lo encontraste al llegar. Y mejor llévate comida ya cocinada en vez de hacer una fogata para cocinar.
Si comes carne, apuesta por la que llega desde la ganadería intensiva. Una forma de acabar con la maleza, los matojos, arbustos y las hierbas secas en el campo es tener ganado que lo coma. Es decir, el pastoreo es una forma natural de mantener las zonas abiertas o desbrozadas.
Los coches o cualquier otro vehículo de combustión deberían aparcarse en aparcamientos habilitados. O, al menos, en zonas despejadas de pastos o matorral. El tubo de escape en contacto con matorrales secos podría generar un incendio. Y no hay que utilizar desbrozadoras, motosierras o cualquier otro aparato mecánico que pueda provocar chispas o calor intenso.
Dicen desde Iriego, una empresa especializa en la gestión de regadíos modernos, que las actividades humanas en el medio natural son el origen de más del 95% de los incendios forestales que se producen en España. Las actividades que más provocan estos incendios son las quemas de rastrojos y de los restos de podas de cultivos agrícolas, y también las quemas de matorral para obtención de pastos para el ganado.
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