¡Qué pasa, amigo! Por aquí de nuevo el sobrino de la Encarnita.
¿Qué tal han ido las fiestas? ¿Bien? Ya sé que vuelvo un poco tarde, pero se me alargaron las vacaciones. Ya te contaré (o no).
Y he vuelto para tratar un tema bastante de moda.
Y no porque me haga especial ilusión, eh, que no me hace ninguna gracia hablar de políticos con vosotros.
Pero creo que toca hacerlo.
En concreto, de ese payaso (y que me perdonen los payasos) que es Garzón.
¿En qué cabeza cabe que un ministro DE CONSUMO se vaya a otro país a decir que un producto de su tierra es un mal producto?
¿Qué clase de retrasado puede hacer algo así?
Es como si eres ministro de industria y te vas a otro país a pedir que no inviertan en el tuyo, que las empresas de tu país son basura.
No me cabe en la cabeza cómo alguien puede hacer algo así.
Pero es que, además, es todo parte de una gran mentira.
¿Que las macrogranjas son malas? Vamos a echar un ojo a las razones por las que dicen esto y por qué son auténticas gilipolleces:
Esta es la primera razón que dio el ministro. Que la carne era de baja calidad porque las macrogranjas, en sí, producen carne de baja calidad.
Esto tiene una pequeña parte de verdad: Es mejor que el animal ande por ahí todo lo que pueda para que queme grasa y no aparezca en la carne que después nos comemos.
Pero lo que parece que el ministro no termina de entender (o sí, y eso haría que fuese todavía más peligroso) es que, si no tienes esas vacas, cerdos y gallinas en una macrogranja, no puedes tenerlos en otro lugar.
Es inviable tener todos los animales que hay en la ganadería intensiva por prados y dehesas. Es físicamente imposible.
Así que la disyuntiva no es entre carne de peor calidad y carne de mejor calidad, la disyuntiva es entre carne de peor calidad o ausencia de carne.
Además, que la carne tiene comparativamente una peor calidad, sí, pero eso no significa que sea una mala carne. Es la carne que llevamos comiendo desde hace décadas. No es una carne ni que sea ni que esté mala.
¿Te sorprende que, por un lado, te digan que hay que acabar con las macrogranjas y, por otro, te digan que los gusanos y los insectos tienen muchas proteínas?
Vamos en esa dirección, eh.
Quieren que comas gusanos.
Después está la razón de que contaminan.
De nuevo, ¿qué pasa? ¿Que si esos animales se criasen sueltos por el campo no contaminarían?
Otra vez lo mismo: No quieren cambiar el actual modelo por otro, quieren acabar con el actual modelo y no poner nada en su lugar.
Quieren que se produzca y se coma menos carne. Punto.
Además, que lo de la contaminación de las macrogranjas es una tontería, al menos en Europa. Europa es el continente menos contaminante en relación a su PIB. Por mucho que contaminen las macrogranjas, sigue siendo algo residual en la contaminación global.
Y, aunque no fuese así, ¿por qué la solución es eliminar las macrogranjas en lugar de dar las herramientas para procesar los desechos y reducir la contaminación que se produce?
De nuevo: Porque el plan es que no se coma carne.
Pero es que, además de equivocarse en estos puntos, se olvidan de que hay, también, otros puntos importantes:
Como estoy diciendo, la ganadería intensiva (o macrogranjas, como se empeñan en llamarlo) es lo que permite que todo el mundo pueda comer carne.
Si eliminamos las macrogranjas, el precio de la carne subirá y muchas personas ya no podrán permitírsela.
Y, si tú eres una persona que cree que los demás intentan hacer el bien, pensarás que esto se debe a que son idiotas y no han caído en la cuenta de que si cierran las macrogranjas pasará esto.
Nada más lejos de la realidad. Son muy conscientes de que ese va a ser el efecto. De hecho, desde Europa ya hay directrices en la dirección de reducir la ganadería intensiva para que se produzca y se consuma menos carne.
Que somos muchos en el mundo y que no se puede mantener ese ritmo de producción de carne, dicen.
De alguna forma, nuestros políticos han llegado a la conclusión de que nosotros tenemos que dejar de comer carne para que los chinos puedan hacerlo.
Y por eso nos vienen con alternativas: Gusanos, insectos, carne artificial, soja…
Y nos lo intentan vender como que es por tener una mejor alimentación, por tratar mejor a los animales, por cuidar el medioambiente…
Mira, no.
Tenemos que hacer fuerza y apoyar a nuestros ganaderos, porque, si no, vamos a acabar comiendo gusanos.
Y, por último, la ganadería intensiva también da trabajo.
Se hartan a decir que la ganadería intensiva no funciona para frenar la despoblación y el éxodo rural.
Y, oye, igual es cierto. Quizá no sea suficiente para evitar que todos los jóvenes se vayan del campo.
Pero, ¿sabes qué es lo que seguro que impide que se queden? Que no haya ningún sitio donde trabajar.
La ganadería intensiva da trabajo, y lo da allí donde más falta hace.
Así que, querido lector, hazle saber al ganadero que te quede más cerca que le apoyas y que vas a estar ahí cuando quieran joderle. Porque lo van a intentar por todos los medios.
Y tu filete depende de que le brindes tu apoyo.
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